¿De qué va esto?
En un mundo empresarial donde la competencia es cada vez más feroz, la formación del personal se convierte en un pilar fundamental para el éxito de cualquier empresa. Sin embargo, muchas veces se trata como una obligación para aprovechar bonificaciones, perdiendo de vista su verdadero potencial. A continuación, reflexionamos sobre cómo abordar la formación de manera más efectiva.
Formación estratégica
Observo con preocupación cómo muchas empresas, al final del año, apresuran sus necesidades de formación para no perder la bonificación concedida por la tripartita a través de la Seguridad Social. Aunque entiendo que no quieran dejar escapar esta oportunidad, creo que este enfoque no es el más adecuado para abordar la formación del personal.
Es comprensible que las empresas se frustren al ver que, a pesar de invertir en la formación de sus empleados, estos deciden marcharse a compañías que les ofrecen mejores condiciones laborales. Sin embargo, la falta de fidelidad de los empleados no debe ser una excusa para dejar de invertir en su formación.
Vivimos en una sociedad que está experimentando cambios rápidos y a veces difíciles de gestionar. La fidelidad del empleado es solo uno de los muchos aspectos que están evolucionando. Por ello, la formación continua y sostenible se convierte en una herramienta esencial para diferenciar a una empresa de su competencia.
La cultura de gestión de una empresa, que incluye cómo se comunica, cómo sirve a sus clientes y cómo atiende su postventa, es un intangible poderoso y difícil de copiar. Esta cultura se construye mediante la formación continua de los empleados, lo que, a su vez, ayuda a dar forma a la identidad de la empresa y la hace más competitiva en su mercado.
Si, a pesar de estos esfuerzos, algunos empleados deciden irse a otras empresas que les ofrecen mejores condiciones, es importante reflexionar sobre lo que estamos haciendo mal. No podemos esperar que ofrecer formación garantice la fidelidad. Un entorno de trabajo adecuado, una formación continua y una remuneración justa son factores clave para retener el talento.
Es fundamental tener una selección de personal bien diseñada y una pirámide de remuneraciones equitativa. Al final, los empleados terminan sabiendo lo que gana cada uno, y las discriminaciones salariales pueden generar problemas internos graves.
Conclusiones
La formación del personal debe ser una prioridad constante, no solo una obligación anual para obtener bonificaciones. Solo de este modo se podrá construir una cultura de gestión sólida y diferenciadora que beneficie tanto a la empresa como a sus empleados.
Mentor empresarial. Experto consultor de costes y financiero, formador y Presidente en Entorno Empresarial