Planifica tu negocio en el último trimestre de 2025

A vueltas con la planificación

Entramos en la etapa última del año y esa etapa es la aconsejable para abordar la planificación del siguiente ejercicio.

En la elaboración de un presupuesto se suele acudir a definir con el máximo detalle. En mi opinión es una pérdida de tiempo porque, salvo cuotas fijas, lo más probable es que en la mayoría de las partidas nos desviemos al alza o a la baja.

Voy a enseñaros cómo se podría diseñar un presupuesto macro más útil a nivel de la dirección general. Ya atenderemos a las desviaciones en las rectificaciones mensuales y/o trimestrales.

Voy a exponer una forma de abordarlo que ayudará a cualquier responsable a tener sus presupuestos: 

1º Empezar siempre por la estructura de gastos.

2º Continuar por los ingresos necesarios para cubrir los gastos, pero también para obtener un beneficio objetivo.

3º Con ello tenemos una radiografía de nuestro negocio. ¿Nos gusta? Pues adelante. ¿No nos gusta? ¡¡Repensémoslo!!

4º Ahora lo importante es conocer realmente para qué nos sirve un presupuesto.

Ejemplo práctico

Como en toda planificación, tenemos que partir de un “escenario”. Escenario que estará dibujado de una manera porque es nuestra voluntad desarrollarlo así.

Hemos de tener en cuenta que este escenario tiene como base la contabilidad financiera y, por lo tanto, todas las proyecciones partirán de las cuentas que utilizamos del Plan General Contable.

Por lo tanto, partimos de un caso en el que plantearemos la técnica más básica y con visión macro de nuestro presupuesto. 

Fase 0. Determinación de la estrategia del ejercicio. 

Aunque sea de manera muy sintética, es conveniente determinar qué inversiones vamos a realizar en el ejercicio, porque ello determina una parte de los recursos que vamos a tener que consumir. Además, será conveniente determinar algunos objetivos de corto plazo.

 

Fase 1. Cálculo de la estructura de gastos.

¿Por qué seguir por aquí? Los gastos representan “los recursos” que la empresa va a necesitar y, por lo tanto, que va a consumir para lograr los objetivos del ejercicio que queramos conseguir.

 

Fase 2. Cálculo de la estructura de ingresos.

Es probablemente la parte que nos causa más incertidumbre, dado que hay dos formas de abordarla:

  • Una, determinando objetivos de venta en función del escenario del que partamos.

  • Dos, dejando que las ventas nos vengan dadas por nuestros históricos de venta. Esta es la más habitual, actualizando al IPC. Un poco absurdo.

 

Fase 3. Cálculo de la cuenta de pérdidas y ganancias.

La cuenta de pérdidas y ganancias nos aportará una visión completa del escenario que hayamos proyectado. Nos visualizará los resultados económicos a obtener, además de indicadores porcentuales que nos servirán para controlar el funcionamiento del negocio.

 

Conclusiones y consejo

Un presupuesto no es un examen en el que haya que acertar al milímetro, sino una herramienta de gestión. Sirve para anticipar, para detectar desviaciones y, sobre todo, para reaccionar a tiempo. Dejar de verlo como una obligación y empezar a entenderlo como una guía es lo que realmente marca la diferencia en la gestión empresarial. 

Un consejo: Hay que salir de la normal demonización que en general abunda entre los responsables empresariales con respecto a la inutilidad de tener presupuestos. Un presupuesto es una guía. No se trata de acertar, se trata de controlar viendo qué se nos desvía, incluso por qué se nos desvía, y responder de forma inmediata.

Así que, como decíamos en aviación…

“Suerte, vista y al toro”.

Luis Sequí González

Mentor empresarial. Experto consultor de costes y financiero, formador y Presidente en Entorno Empresarial

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