Un Sistema que abandona al autónomo: la realidad y los desafíos del autónomo actualmente
Introducción
El testimonio de una autónoma sin empleados —una pollera que expone con claridad y hartazgo las trabas que amenazan con asfixiar su negocio— no es un caso aislado. Es el reflejo de una problemática estructural que afecta a miles de pequeños negocios en Europa: la desconexión entre las políticas públicas y la realidad del trabajo autónomo.
A continuación, analizo con una mirada técnica y profesional las cuestiones que este testimonio pone sobre la mesa, porque merecen ser escuchadas y, sobre todo, atendidas.
Cargas administrativas: cuando emprender se convierte en sobrevivir
Para cualquier persona que emprende sin empleados, la carga administrativa se ha convertido en un obstáculo desproporcionado. Lo que debería ser una vía de crecimiento económico y personal, se convierte en una carrera de fondo burocrática. Obligaciones fiscales, laborales, contables y legales se acumulan sin tener en cuenta la capacidad real de gestión que tiene una persona que trabaja sola.
No se trata de una teoría conspirativa, sino de una falta de visión: diseñar normativas sin contemplar la realidad de quienes deben aplicarlas. Y el resultado es claro: desánimo, informalidad o cierre del negocio.
Mismo marco normativo, diferentes capacidades
Resulta incomprensible que un autónomo sin empleados deba cumplir las mismas obligaciones que una microempresa con plantilla. Esta equiparación normativa ignora la diferencia de recursos, tiempo y estructura.Es urgente que se reconozca la diversidad dentro del propio colectivo autónomo. Aplicar un “café para todos” no solo es ineficiente, sino profundamente injusto. Las políticas públicas deben ser adaptativas, proporcionales y diseñadas para impulsar, no para castigar.
Resistencias al cambio: adaptación sí, pero con acompañamiento
Muchos autónomos, especialmente aquellos con más años de trayectoria, sienten que el sistema les ha dejado atrás. La transformación digital, los cambios en los hábitos de consumo o la aparición de nuevas formas de comercio obligan a adaptarse constantemente.
Pero no todo el mundo parte del mismo punto. Exigir transformación sin ofrecer recursos para ello no es justo. La administración debe entender que apoyar la formación continua, el acompañamiento tecnológico y la reconversión no es un lujo, sino una necesidad estructural.
La diversidad del autónomo: un enfoque único, un error recurrente
No todos los autónomos son iguales. Hay profesionales liberales, comerciantes, artesanos, técnicos, creativos, rurales y urbanos… Pretender que todos respondan a los mismos requisitos, con los mismos plazos y herramientas, solo demuestra una profunda desconexión entre la norma y la realidad.
Para legislar con eficacia es imprescindible escuchar, comprender y diferenciar. Solo así se podrán construir políticas públicas que realmente funcionen.
Regulación desconectada: cuando las normas no entienden de oficios
El diseño normativo suele estar en manos de técnicos o legisladores alejados de la realidad del autónomo. Y eso se nota. Es habitual encontrar exigencias difíciles de cumplir, procesos que requieren conocimientos contables avanzados o plazos poco realistas.
Incluir la voz del autónomo en el proceso de elaboración normativa no es solo un acto de justicia democrática; es también una vía para lograr leyes más eficaces, realistas y aplicables.
La clave: acompañamiento y formación
En un entorno económico tan cambiante como el actual, la única forma de mantener vivo el tejido autónomo es a través de la formación y el acompañamiento.
No se puede exigir adaptación al mercado si no se ofrecen herramientas para hacerlo. Los programas públicos de digitalización, fiscalidad, márketing o sostenibilidad deben dejar de ser burocráticos y pasar a ser útiles, accesibles y cercanos.
Capacitar a quienes sostienen con su esfuerzo diario la economía local no es gasto: es inversión.
Conclusiones
El relato de esta autónoma no es una queja aislada, sino un grito que representa a muchos. El sistema, tal y como está planteado, está fallando a quienes decidieron emprender su camino profesional en solitario.
Es hora de escuchar, revisar políticas, adaptar normas y acompañar con formación y recursos reales. Porque sin autónomos no hay comercio local, no hay proximidad, no hay economía real. Y si seguimos legislando de espaldas a ellos, los estaremos empujando al borde del colapso.

Mentor empresarial. Experto consultor de costes y financiero, formador y Presidente en Entorno Empresarial