Presupuestar sin estrategia: el error más común de las empresas

Contexto utilizado en el foro “La propuesta de Valor de Nunsys en Data Analytics & AI” por Francisco Diana, Director de la UNE Data& AI en Nunsys Group.

Presupuestos ¿Innovar o adaptar?

Hace unos días, un buen amigo me preguntaba si, en los últimos 25 años, se había producido alguna innovación destacable en la confección de presupuestos empresariales. Reflexionando al respecto, surgen dos cuestiones que considero fundamentales: ¿cómo innovar en un ámbito que el 80 % de las empresas no utiliza regularmente? ¿No sería más lógico y provechoso centrar los esfuerzos en convencer a la mayoría de las empresas de adoptar esta herramienta esencial?

En mi opinión, las únicas innovaciones significativas relacionadas con los presupuestos han sido las herramientas tecnológicas que facilitan su elaboración. Sin embargo, no he observado cambios sustanciales en los métodos para presupuestar. Es más, creo firmemente que el papel de los presupuestos en la gestión empresarial debe entenderse bajo las siguientes premisas:

El verdadero rol del presupuesto y la planificación estratégica

1. El presupuesto como resultado de una planificación estratégica

Un presupuesto no debe ser visto como un fin en sí mismo, sino como el resultado final de un proceso integral de planificación. Este proceso debe basarse en dos directrices principales:

  • Diseñar un modelo de negocio que permita a la empresa operar y mantenerse en el largo plazo.
  • Alinear dicho modelo con la necesaria dualidad entre inversión y financiación que toda empresa requiere para su sostenibilidad. 

 

2. La planificación como pilar fundamental, independientemente del tamaño empresarial

Es crucial que la planificación sea asumida como parte intrínseca del desarrollo empresarial, independientemente del tamaño de la organización. Los responsables de gestión deben comprender que no hay justificación para omitir este ejercicio estratégico.

  • Para una empresa pequeña, la planificación podría centrarse en un presupuesto básico, eminentemente numérico.
  • Una empresa mediana, en cambio, podría realizar un enfoque más amplio basado en un plan financiero.

  • Las grandes empresas suelen desarrollar su planificación integrando todos estos componentes bajo una estrategia global.

Sin embargo, lo esencial es que todos estos ejercicios dependan exclusivamente de una estrategia. Aquí radica el mayor desafío, pues el 99 % de las empresas falla en este ámbito.

Sin una estrategia clara, la empresa puede identificar su estado actual, pero difícilmente podrá determinar hacia dónde se dirige. En este contexto, los números, aunque necesarios, no son suficientes. La estrategia es el faro que guía las decisiones y asegura que los presupuestos y los planes financieros estén alineados con los objetivos de largo plazo.

Conclusiones: la planificación como eje de la prosperidad empresarial.

En conclusión, la planificación debe dejar de ser percibida como una obligación compleja o un “accesorio” en la gestión, y transformarse en una práctica fundamental y estratégica. De este modo, las empresas podrán no solo sobrevivir, sino prosperar en un entorno competitivo y en constante evolución.

Luis Sequí González

Mentor empresarial. Experto consultor de costes y financiero, formador y Presidente en Entorno Empresarial

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